DesplazadosUnidad de Víctimas

La Rioja y La Florida en Bogotá reciben más de 1.200 millones de pesos en apoyo humanitario

En respuesta a la compleja situación que enfrentan las comunidades indígenas desplazadas en Bogotá, la Unidad para las Víctimas, bajo la dirección de Patricia Tobón Yagarí, ha llevado a cabo diversas acciones para mejorar las condiciones de vida de estos grupos. La meta es proporcionar los recursos necesarios para asegurar un retorno voluntario a sus tierras de origen en condiciones dignas y seguras.

La Unidad ha destinado más de 1.200 millones de pesos en asistencia humanitaria a las comunidades que se encuentran en las Unidades de Protección Integral (UPI) de La Rioja y La Florida.

Detalles del apoyo proporcionado

Durante aproximadamente un año, 389 familias, conformadas por un total de 1.042 personas de la comunidad Emberá, han vivido en las UPI de La Florida y La Rioja. A pesar de enfrentar condiciones de hacinamiento e insalubridad, la comunidad ha recibido ayuda sustancial de la Unidad para las Víctimas.

Este apoyo ha incluido la entrega de alimentos y productos de aseo por un valor cercano a los 1.260 millones de pesos. Además, se han proporcionado otros elementos logísticos esenciales para garantizar una vida decente a estas comunidades mientras se organizan para el retorno a sus territorios.

Mejoras significativas y acciones futuras

En marzo, la Unidad lideró el segundo retorno voluntario de la comunidad Emberá desde Bogotá, en lo que va del Gobierno del Cambio. Este evento marcó uno de los retornos más significativos hasta la fecha, con aproximadamente 500 personas regresando con garantías al Alto Andágueda, en Chocó.

Además de esto, la entidad también ha facilitado la entrega de 211.575 raciones de alimentos y ha contratado personal para coordinar, preparar y distribuir comidas calientes. Se han contratado también dos mujeres Emberá para manejar la coordinación logística y el alojamiento dentro de la misma comunidad.

El compromiso constante de la Unidad para las Víctimas

Estas acciones reafirman el compromiso de la Unidad para las Víctimas con la misión de brindar las garantías necesarias en el marco de la política pública de víctimas en Colombia. La entidad abraza el lema «Cambiamos para servir», buscando siempre nuevas maneras de trabajar en pro de la implementación de políticas que ayuden a superar las desigualdades existentes, proporcionar una reparación transformadora y permitir a quienes han sufrido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.

El apoyo continuo a las comunidades indígenas en Bogotá es un claro ejemplo de la misión de la Unidad para las Víctimas. Esta entidad busca constantemente formas de mejorar la vida de quienes han sido desplazados por el conflicto, ayudándolos a volver a sus hogares y proporcionando el apoyo necesario para asegurar un futuro más seguro y próspero.

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